lunes, 25 de julio de 2011

TRIO... Mejor con dos que con uno??


Aquella tarde estaba siendo de lo más agobiante en el trabajo, Lucía, no había parado un momento! Llamadas telefónicas, atender a clientes, órdenes del jefe… pensó en tomarse un respiro mientras se fumaba un cigarrillo en el espacio reservado para el descanso del personal.
Entonces sonó su teléfono.
Era Luis, un amigo muy especial con el que desahogaba su soledad sexual desde que se había divorciado, la verdad es que en el había encontrado todo lo que necesitaba en esta etapa de su vida. Después de un tormentoso divorcio no tenia ganas de embarcarse en otra relación plena y Luis le proporcionaba ese placer que solo un hombre como él podía proporcionar.
Era un experto amante y Lucía se encontraba con el muy a gusto, le había echo experimentar sensaciones que hacia mucho que no sentía y otras que no había conocido hasta entonces, se podía decir que Lucía había descubierto, nuevamente, el SEXO, con Luis, esto suele pasar cuando te conviertes en una esposa reprimida e infravalorada por la persona que se supone que más te tiene que valorar.
- Hola Nena, que haces.
- Hola cielo, pues mira, aquí trabajando un poco, agobiada y con ganas de terminar ya… y tu? corazón
- Pues estaba aquí pensado en lo que habíamos hablado, recuerdas?
- No se, el que?
- Recuerdas que hablamos de hacer un trío con un amigo mío?
- Si, claro que lo recuerdo, cuéntame….
- Pues mira, es que mi amigo está por Madrid este fin de, y había pensado que si te parece bien tomamos algo mañana y le conoces y si te apetece… pues después nos venimos a mi casa los tres… silencio…
- Uffff, la verdad es que me apetece mucho y solo pensar que puedo tener dos hombres para mi sola me excita soberanamente, pero…. Tengo un poco de miedo, ya sabes que para mi seria la primera vez y no estoy segura de cómo reaccionare.
- Tú no te preocupes nena, que no haremos nada que tu no quieras hacer, y si no te mola o no te atreves, no va a pasar nada, nos venimos tu y yo solos… a casa.
- Puffff, Bueno, si me prometes que no me voy a sentir obligada, de acuerdo, quiero conocer a tu amigo y ver que pasa.
- Ok reina, te llamo mañana por la mañana y concretamos a la hora que paso a buscarte.
- Vale, un beso muy húmedo cielo, esperare tu llamada con impaciencia.
- Besos guapa.

El resto de aquella tarde, Lucía a penas se podía concentrar en el trabajo. Se pasó el resto de la tarde imaginando como sería el Amigo de Luis, si la gustaría, si a él le gustaría ella, como sería el momento en que la propusieran irse a casa de Luis y peor… como seria el momento en que empezaría la fiesta entre los tres, Dios!!! Lucía se sorprendió pensado en ese momento y se excito casi de inmediato, la verdad es que era una fantasía que había tenido en numerosas ocasiones, pero el miedo a lo desconocido le hacia sentir una mezcla entre miedo y placer que la excitaba enormemente, hasta el punto de sentir su tanga mojado por la excitación.
Cuando salió del trabajo cogió su coche y se dirigió a casa, puffff, tenía que depilarse, no iba a ir con esos pelanganos en la piernas y menos en su sexo!!!! Hacía días que no quedaba con Luis y había descuidado un poco esa faceta, pensado que aún tardaría en quedar con él.
Llegó a casa excitada, y aprovecho para, después de depilarse, darse una buena ducha de agua fría. En otra situación se hubiera masturbado, pero esa noche quería guardar todas sus fuerzas por si… a caso… al final… le apetecía que dos hombres la follaran.

Aquella noche, Lucía tubo un sueño erótico, hacia días que no los tenia, así que supuso que el solo echo de imaginarse mezclada en medio de un trío la sobre excito y pensó…
- Si me excita, seguramente me atreveré a hacerlo…

A la mañana siguiente tomaba a sorbos su café mientras su cabecita divagaba en una nueve de deseo y temores, entonces sonó el telefono.
-Si?
-Hola princesa, que tal estas?
-Pues si te digo la verdad estaba pensando en ti… mejor dicho en vosotros dos.
-Ah si? Me alegra oírte decir eso, y que sientes cuando piensas en los dos poseyéndote?
-Ufff, Luis, la verdad es que no quiero adelantar acontecimientos pero, me excito muchísimo!
- Si? Eso es bueno nena, muy bueno, creo que todo va a ir a las mil maravillas, por cierto, Juan me ha dicho que puede sobre las 8, que te parece esa hora para que vayamos a buscarte?
-Bueno, me parece bien, es nuestra hora… a la que tú y yo siempre quedamos. Pues os espero a la misma hora en el lugar de siempre, ok, corazón?
-Perfecto nena, no te vas a arrepentir.
Y se hizo un silencio, silencio, que en otras ocasiones, ni hubiera notado.
Y así llegaron las 7 de la tarde, hora perfecta para empezar a arreglarse y salir disparada a su doble cita con ¿? el destino?.
Pensó en lo que podría ponerse, a ella normalmente, suelen gustarle los escotes generosos, ya que realzan lo que ella considera una de las mejores partes de su anatomía, sus senos, grandes y turgentes, pero ese día y ante sus dudas de si quería o no dar por sentado que estaba dispuesta a todo, hizo lo que no solía hacer, que es ponerse un vestido sin apenas escote, con un largo considerable y tupidito que no se transparentara demasiado, no es que fuera vestida como una bibliotecaria, pero para sus costumbres, se vistió más recatada de lo normal.
Cuando llegó al punto de encuentro allí estaba el coche negro y elegante de Luis, esperándola, como siempre, en doble fila pero sin molestar al tráfico, Observó que ellos dos iban sentados delante, así que abrió la puerta trasera y se sentó detrás del asiento del copiloto, en el cual iba acomodado Juan.
-Hola chicos! Soltó con su alegría habitual, no quería que se notaran sus nervios.
-Hola le dijo Luis y le dio un piquito en los labios.
-Hola repitió ella, volviéndose a Juan, tu debes de ser Juan?
-Si, hola
Y le tendió su mano para saludarla, ella se la agarró y le acerco hacia ella, dándole dos besos en las mejillas.

Luis arranco el coche y tomo el camino que siempre tomaban cuando quedaban y la llevababa a su casa,
Según avanzaban por la carretera hablaban del tiempo, el trabajo, las vacaciones…
Mientras Lucía, inevitablemente, pensaba en si a Luis le había quedado claro que primero quería tomar unas cervezas y luego ya decidir si quería o no hacer el trío.
Claro que también pensaba... la verdad es que el chico no esta nada mal. Luis la sacaba unos años, casi los mismos que ella le sacaba a Juan, así que seria un trío muy interesante, ella de mediana edad rozando la cuarentena, Luis, un madurito interesante recién estrenados los 50 y Juan un Joven de algo más de 30 y que se veía prometedor…

Así sumida en sus pensamientos y en la conversación que mantenían entre los tres, se acercaron al domicilio de Luis, pero, menos mal, vio que giraba justo en la avenida que cogían cuando tomaban algo antes de subir a su casa.
Bien! Pensó, menos mal! vamos a tomar algo antes.
Se bajaron del coche y se dirigieron a una terraza cercana al domicilio de su anfitrión.
Allí, tomaron unas cervezas y conversaron, nuevamente de cosas banales. Ciertamente, Ella no sabía si sacar el tema o esperar a que lo sacaran ellos...
En esto, que sonó el teléfono de Luis, y se alejó para contestar la llamada dejándoles solos.

Juan la miro a los ojos, levanto su cerveza y brindó con ella.
-Por las nuevas amistades, dijo guiñándola un ojo.
-Por las nuevas amistades, le sonrió ella.
Al momento regreso Luis a la mesa y se sentó a terminarse su café con Hielo. Entonces la rozo la mano, ella le miró y le sonrió un poco nerviosa, el la guiño el ojo y la lanzo un beso disimulado, a lo que ella respondió con una amplia sonrisa más relajada.

Lucía entonces lo tuvo claro, ese fue el momento exacto en el que él comprendió que ella estaba preparada para ir a su casa con los dos hombres, por lo que Luis pidió la cuenta y se fueron de allí.

Una vez en el ascensor, Luis solía tomarla por la cintura y besarla profundamente mientras este subía a la casa, Esta vez, no fue así, cosa que ella agradeció, ya que aún no sabía como iba a tomar las riendas de la situación, porque, claro, ellos eran los expertos, pero ella era una para dos y tendría que llevar la batuta en este juego... o al menos eso pensaba ella que tendría que hacer, por intuición nada más.

Entraron en el salón y Juan y Lucía tomaron asiento, el, muy prudente se sentó en el sillón de al lado de ella, mientras que Luis les servía una copa y se sentaba al lado de Lucía.

Se encendieron un cigarrillo y bebieron unos sorbos del whisky que él les había servido.
Hablaron a penas un rato, de la música que había puesto Luis de fondo y a continuación Luis, comenzó a besarla delante de Juan.
Sus besos siempre la excitaban, y sabiendo que había un tercero mirando, la excitaron aún más.
Luis, levanto su vestido hasta la cintura y se lo saco por la cabeza, dejándola en ropa interior delante de Juan, y comenzó a desabrocharla el sujetador con una mano, pero… No podía, siguió intentándolo mientras la besaba, pero nada…
Entonces ella le dijo
- No puedes tu solo corazón??
Entonces se giró y mirando a Juan le invitó a que se uniera diciéndole…
- Quieres echarle tú una mano, que el parece que solo no se apaña?

Juan sonrió y acudió sin demora al sillón que ocupaban Luis y Lucía, aunque ya Luis, había conseguido quitar los corchetes del sostén... y quitárselo de un solo tirón.
Sus senos quedaron al descubierto entre los dos hombres y Juan comento asombrado
- Madre mía! Que buen material hay ahí….
- Si, y son naturales le dijo ella, invitándole a que besara sus pezones, cosa que hizo inmediatamente.

Mientras Luis se levanto del sillón y se ausento por unos momentos, entonces Juan y Lucía aprovecharon para tocarse mutuamente, besarse, acariciarse y saborear el placer que el otro desconocido le podría ofrecer.

Luis regresó a su lado y comenzó a tocarle el sexo a Lucía que ya estaba muy húmedo ante tanto derroche de placer doble.

Ella volvía su cabeza de uno a otro lado mientras uno y otro se desnudaban para ella, y besaban sus labios, Luis con agresividad, con desesperación, dando pequeños mordiscos.
Juan, en cambio, besaba con dulzura, lamiendo cada pliegue de sus labios, y separándose un poco para volver a besarlos con suavidad y dulzura.

Luis le volvió la cara hacia el, la beso y le susurro
- Nos vamos mejor a la cama, nena.
- ella parpadeó sensualmente y le dijo, si cielo, mejor allí.

Y se levantaron cogiendo de la mano a Juan para que les siguiera hasta la habitación.

Una vez los tres en la cama, completamente desnudos, sus dos hombres, comenzaron a acariciarla todo el cuerpo. Cogían cada uno un pecho, lo lamian con placer una y otra vez, mientras que Juan comenzó a sobarle el clítoris, con suavidad, se acerco a su oído y le dijo.
- Uhmmm, que húmeda estás corazón, que pronto te excitas no? O ha sido el Alcohol?
- Que va mi Rey, solo una copa, no tiene este efecto en mi, yo es que soy así de caliente…

Luis, seguía al lado de lucía tocándola los pechos, lamiéndolos, succionándolos, y ella giró su cara y comenzó a besarle una y otra vez
Iba de uno a otro besándoles mientras que cuatro manos la tocaban de arriba abajo su cuerpo desnudo y encendido.

Entonces Luis se lo pidió
- Nena, cómeme la polla como tú solo sabes...

Lucía bajo por el cuerpo de Luis, besando cada centímetro de su piel, humedeciéndose los labios, hasta que llegó al pene de Luis, que la esperaba firme como un soldado esperado las ordenes de su capitán.
Ella cogió el miembro entre sus manos, y comenzó a menearlo suavemente, y a lamer el glande con pequeños toques húmedos de su lengua juguetona.
Así, puesta a cuatro patas sobre Luis, sintió como Juan comenzó a acariciar sus glúteos y ella abrió sus piernas en un signo evidente de que la tomara por detrás, Juan se coloco detrás de Lucía tocándole por detrás el húmedo clítoris provocando en ella un movimiento de vaivén acentuado por el meneo de la polla de Luis dentro de su boca. Entonces Juan la asió por ambas caderas y la penetro de un solo movimiento, hasta el fondo, y empujaba y empujaba mientras la polla de Luis seguía palpitando dentro de la boca de ella que miraba a los ojos de Luis regocijándose del placer que sabia que le estaba proporcionando.

Exhausta cayó sobre su espalda, pidiendo un momento de relax a los dos hombres que la acompañaban, fumaron un cigarrillo, bebieron otro trago con que calmar la sed de la excitación y del orgasmo y sin darse cuenta ella misma se abalanzo sobre Juan para besarle los labios.
Recorrió sus labios, su cuello, el lóbulo de su oreja cuando Juan se giro y le susurro al oído.
- La mía es muy envidiosa y tiene celos de que te hayas comido la otra y a ella no…
- Si?? Contesto Lucía… Pues no dejaremos que sienta celos….
Y Lucía realizo la misma operación que había echo con Luis, bajando por el cuerpo de Juan, saboreando cada poro, cada musculo, pero se detuvo con sus pechos a la altura de su miembro y lo abrazo con ellos apretándolo con sus manos entre sus tetas, moviéndolo de arriba a abajo mientras lamia con la lengua su glande rojizo y brillante que se exhibía ante ella. Después de un momento en esa posición, Lucia libero el miembro de Juan, y paso a aprisionarlo con su boca caliente, y comenzó a saborearlo como un paloduz rebosante de dulzor…
Luis cogió una teta de Lucía y la masajeo mientras con la otra mano se masturbaba y Lucía torneaba la mirada de uno a otro amante y excitándose al verles la cara de placer que se dibujaba en sus rostros.

Juan entonces le aparto la cabeza y pidió a Lucia follarla porque ya no aguantaba más, y mientras que Luis miraba, Lucía se volteo boca arriba y se abrió de piernas esperando impaciente el pene de Juan, que se preparaba para la penetración. Y entonces la penetro, siii, uhmmm hasta el fondo, mientras Luis le besaba los labios y le agarraba la mano que tenia cerca de el, por unos minutos ambos sudaron mientras gemían sin control, hasta que llego el momento y Juan se corrió embistiéndola con fuerza y gritando Si, si ohhhhhh
Juan se aparto exhausto, mientras Lucia resoplaba de placer y miro a Luis, y le beso, y le susurro…
-Y ahora?? Quieres tú??

A lo que Luis sin contestar, la arrastró hacia él subiéndose encima de ella, la penetró suave… despacio… hasta el fondo, y la bajo una de sus piernas que bailaban por lo alto, y la coloco con entre la suyas… A Lucía le encantaba que Luis le hiciera eso, por que sentía que la penetraba más profundamente y eso le proporcionaba un placer que Lucía no había sentido más que con el, Y empujo, una y otra vez mientras Juan Acariciaba el pelo de Lucia y le hacia cosquillas por el lateral de su cuerpo.
Y Lucía sintió por … quinta vez?? Como el orgasmo recorría su cuerpo, convulsionando al ritmo del movimiento que Luis dirigía con sus caderas presionándola una y otra vez hasta la culminación definitiva con el orgasmo de el.

Y se relajaron juntos los tres durante unos minutos quizás horas, antes de que Juan abandonara el Lecho para dejar solos a Luis y Lucía… como solos habían estado en otras ocasiones.