miércoles, 22 de abril de 2009

La noche de Edgar


Esa noche Edgar estaba arreglandose un poco más de lo habitual, iba a salir con los amigos de copas como tantas otras veces, pero esta noche presentía que iba a ser especial. Una vez que se hubo perfumado con su aftersave favorito, tomo su cazadora, las llaves y salió por la puerta de su apartamento de soltero. Se encamino calle abajo en dirección al bar donde solían tomar las primera cañas y picar un poco antes de aventurarse por los garitos de su ciudad, allí le esperaban sus amigos, que como siempre se sentaban en la mesa del fondo, aprovechando así la buena visión que tenían de la barra ya que en ella se encontraba Joana, la nueva camarera de pechos grandes y curvas insinuantes que tanto les gustaba a todos. Edgar sin embargo veía a la mujer frágil que dormitaba dentro de ella. Entre las ya típicas bromas de sus amigos, sobre lo que le harían a Joana si consiguieran salir con ella, tomaron sus primeros tragos y salieron del local camino del primer pub de la noche. Cuando entraron por la puerta, otearon, como era su costumbre, todo el local en una pasada rápida de vista, Edgar se encamino hacia la barra y allí saludando a los ya conocidos camarero se dispuso a pedir las primeras copas, entonces giro la cabeza a su izquierda y sus pupilas se dilataron al verla.... Estaba al otro lado de la barra, sentada con un par de amigas y reía con sus tertulianas una y otra vez, en ese momento sintió que tenia que acercarse, pero su timidez se lo impedía. Sus amigos se acercaron por detrás de él y dándole un golpecito en la espalda le regresaron a la realidad. Mientras seguía charlando con sus amigos y bebiendo de la copa que tenía en la mano, escrutaba por el rabillo del ojo a la desconocida que le había impactado, aprovecho un movimiento de su amigo para ponerse justo frente a ella y en ese momento observo como ella levantaba su mirada y se cruzaba con sus ojos, el se quedo impávido, pero asombrado de que ella le sonriera, el la sonrió también. Pasados uno minutos observo que la desconocida se había quedado sola, sus amigas se habían perdido camino del baño, de dos en dos como suelen hacer casi todas las mujeres. Y el pensó que tenia que aprovechar la ocasión y acercarse. Se armo de valor y se abrió paso entre la multitud hacia el lugar de la barra que ella ocupaba. Con una sonrisa en los labios se acercó a ella y le dijo: - Hola, te he visto desde el otro lado de la barra y no he podido resistirme!! vienes a menudo por aquí? Ella sonrió ampliamente y le dijo: - No, la verdad es que hoy es la primera vez.... Edgar, sintió que debía seguir allí, hablando con ella y así lo hizo. Hablaron durante largo rato, ambos sentían que estaban a gusto hablando, reían por tonterías y se susurraban palabras cariñosas al oído, después de varias copas, Edgar la invito a irse con él y ella, aunque lo dudo un momento termino accediendo a la propuesta de su nuevo amigo. Ambos se despidieron de sus respectivas compañías y juntos se marcharon del local. El camino a casa se le hizo largo, Edgar comenzó cogiéndola la mano y arrimándose a su cuerpo poco a poco, hasta que la tomo de la cintura y le dio su primer beso. Un beso intenso que la corto la respiración, ella se entregó y se dejaba hacer mientras que las manos de Edgar no podían para quietas. Por fin llegaron a casa de él, subieron la escalera atropelladamente, dándose arrumacos en cada descansillo, cuando llegaron al piso de Edgar, este abrió la puerta y la cedió el paso, ella entró en el cuarto y se hizo a un lado para que pasara él. Se Miraron a los ojos y él sin mediar palabra se acerco a ella y comenzó a besarla la boca, con besos húmedos que la hacían desearlo aún más. Edgar le saco la camiseta por arriba y acaricio su cuerpo mientas ella le desabrochaba la camisa a él. Se terminaron de despojar del resto de las prendas y quedaron desnudos uno junto al otro. El introdujo su dedo por su vagina y mientras la acariciaba despacio la tumbo sobre la cama y la beso una y otra vez por todo su cuerpo. Comenzó por su cuello, sus pechos sus pezones duros por el placer experimentado, mientras ella enredaba sus dedos entre su pelo y le guiaba la cabeza por su cuerpo. Luego ella lo tumbó a él de espaldas en la cama y se subió sobre él a horcajadas, comenzó a recorrer su cuerpo, comenzado por sus labios esos labios carnosos tan apetecibles, bajo por su torso desnudo deteniéndose un momento en sus pezones, bajo por su ombligo, mientras intencionadamente rozaba con sus pecho su sexo, siguió bajando hasta alcanzar su pene, este ya estaba erecto, preparado para que ella lo saboreara con deleite, y así lo hizo, primero le masajeo los huevos un poco y con la otra mano sujeto su polla, comenzo a mordisquear la con sus labio humedecidos previamente, primero el glande, y luego todo el falo, terminando introduciéndola en su boca una y otra vez, siii gemía él sigue así princesa... no pares..... Y continuaron así largo rato hasta culminar en un orgasmo de placer compartido.

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